miércoles, 6 de febrero de 2008

I'm the boss

El servicio en este país es excelente (ya lo sé, sueno a rico pijo hablando de la doncella y del ama de llaves). Me refiero a los restaurantes, la gente que limpia las habitaciones y los que te abren la puerta en los hoteles. Son terriblemente serviciales, te saludan a cada paso y son muy discretos y suaves en sus movimientos.

Sobretodo, hay muchos. En cualquier lugar que vayas ves gente trabajando en cantidad, lo mismo que en los parques y jardines, que hay veces que parece que cada árbol y metro cuadrado de césped tiene asignado un cuidador las 24 horas del día. Hoy hemos visto como remataban el corte de la hierba cuando bordeaba una farola, arrancando las últimas hierbas con la mano sentados en el suelo...

Es obvio que la principal causa de esta calidad en el servicio es que es muy barato. Por supuesto no hay ningún árabe realizando estos trabajos. Todos son filipinos, indios, etc... Una vez preguntamos a uno de los que venía a hacer la habitación y nos dijo que cobraba al mes aproximadamente unos 150 euros... Bastante menos de lo que pagamos nosotros por una noche en cualquier habitación de un hotel aquí...

Cada vez que te cruzas con uno de ellos por el pasillo, no sólo te saluda, si no que se vuelca en una serie de frases de cortesía completa preguntándote que tal estás, y qué tal has dormido, o qué día llevas hoy.

El colmo ha sido esta mañana. Me he cruzado, camino del desayuno, con el que debía estar encargado de las pequeñas reparaciones en las habitaciones, y al verme y saludarle, me ha contestado:

"Good morning, boss"

Unos monstruos, vamos.

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