viernes, 19 de septiembre de 2008

El viaje que no será

Cronología de los hechos.

Compromiso de otro para que tú vayas allí. ¿A qué? A escuchar, es una reunión de unas dos horas, de otros con aquellos, no contigo, pero han pedido que vayas por si preguntan.

¿Dos horas? Es un vuelo de 14 horas ida y 14 vuelta...

¿Cuándo? El lunes es la reunión, perfecto. Elige viajar de noche y presentarte allí a primera hora sin duchar, o viaja durante el domigo para llegar a dormir allí. Dos interesantes opciones.

Todo encargado. Viernes. Problemas con algunos billetes a primera hora de la tarde. No vuelves por Londres. Sólo hay una hora y media entre vuelos y te arriesgas a quedarte en tierra, ya que son compañías distintas y no se hacen cargo del retraso.

La agencia propone opciones. Primera, ni de coña, no pienso viajar de noche y cambiar de avión a las 4 de la mañana. Segunda, ¿habéis leído lo que habéis mandado? ¡Significa pasar seis horas de madrugada en la terminal del aeropuerto de Doha! Ultima opción, viajar por Amán... ¿con una hora entre vuelos? Aceptamos Amán como aeropuerto más fácil para interconexión que Heathrow...

Emite billetes.

Diez minutos después. Espera, que ya sabemos de que va la reunión. ¡Ay va! Si es de Marketing.

Ya no vas. Va otro. Ok, viernes, media hora antes de que se vayan las secretarias.... se lo dices tú.

martes, 9 de septiembre de 2008

El amigo GPS

Cuando viajas a una ciudad grande como París, una ciudad que no conoces lo suficiente, cuando los de la agencia de viajes, a pesar de tus indicaciones y de haberles dado el nombre del hotel te colocan en el centro y cuando la oficina a la que tienes que ir a trabajar cada mañana se encuentra en la periferia, mucho más allá de Versalles, el amigo GPS se hace imprescindible. Cabe apuntar que tirar de taxi en París es imposible, a no ser que lo dejes reservado para las mañanas y las tardes con una semana de antelación a una hora fija (y aún así puedes tener problemas).

Cuando confías en el amigo GPS para guiarte a tu destino puedes encontrarte varios problemas ligados a la tecnología de nuestro siglo:

  • Que el aparatito no esté actualizado con las últimas obras en el trayecto propuesto. Después de los primeros momentos de pánico, recalcula la ruta y de nuevo encuentra el norte.
  • Que te meta en el mayor atasco que has visto en tu vida. Eso suele pasar si le haces caso y te metes en el llamado periférico (la M-30 de París) a las seis de la tarde. Hay un botón mágico en el Ton-Ton llamado "ruta alternativa" que suele funcionar bastante bien.
  • Que pierda la conexión o directamente se le vaya la pinza. Por ejemplo hoy mismo, que estando en una de las rondas de la ciudad, a unos 5 kms del destino (nuestro rancio hotel, después de dos horas de coche desde la oficina), ves que te dice que quedan unos 18 kms para el destino porque decide sacarte de la ronda hacia el sur, dar la vuelta a unos 7 kms, y volver al mismo punto, así porque sí, porque se le pone en los huevos al amigo GPS. Apagar encender apagar y todo resuelto.
Son decenas las situaciones en las que el amigo GPS me ha ayudado a no llegar demasiado tarde a una reunión, pero tampoco pocas las veces en las que me he acordado de su santa madre cuando me ha sacado del camino racional para meterme en un fregado de tres pares de narices.

Se merecía un post a estas alturas.

Bonsua