martes, 26 de febrero de 2008

Ha vuelto

Ya está aquí conmigo, en casa. Pobrecita ¿dónde habrá pasado la noche?

Creo que nunca nos acostumbraremos a estas desapariciones.

lunes, 25 de febrero de 2008

Soy especial



Al fin en casa, que viaje tan largo.

Todo ha terminado como me temía. Ayer nuestras maletas se quedaron a dormir en el aeropuerto de Frankfurt. Supuestamente alguien las recogería de la cinta, las metería en una sala, y esta mañana se preocuparía de volverlas a sacar para montarlas en un avión...

Jaja, demasiado fácil.

Mi maleta no ha llegado, dicen que puede que simplemente sea un error al bajarla del avión. La de mi compañero sí llegó, el resto no facturaron...

Me da igual. Estoy cansado. Que me la traigan a casa cuando quieran.

De 8 viajes, 6 sin maleta.

domingo, 24 de febrero de 2008

Dos vuelos perdidos en una hora

Al final hemos terminado quedándonos en Frankfurt. Llegamos tarde a Alemania, el vuelo fue pero que de costumbre. Salimos más tarde incluso de lo anunciado y el servicio fue bastante peor (¿Para qué coño anuncian siempre los Tortellini si nunca hay?) Etihad está perdiendo bastantes puntos en nuestro ranking de compañías aéreas y ya se habla de veto en entre los compañeros de viaje...

Una vez que aterrizamos en Frankfurt, primero nos recibe gente de la compañía árabe y nos dice que tenemos plaza en el vuelo de Spanair de las nueve, ya que el nuestro hace tiempo que se ha ido. Añade que debemos pasar por el mostrador de Iberia, ya que nuestra querida compañía de viajes (¡Viajes Iberia!) nos ha comprado vuelos independientes. Primero protestamos a Iberia, nos dice que no puede darnos billete en Spanair. Vamos a Etihad, y no se hace responsable de la pérdida del avión, porque no tenía constancia de la conexión, ya que para ellos nuestro destino final es Alemania. Volvemos a Iberia y nuestro jefe monta el pitote. Al final acceden a gestionarnos el billete con Spanair.

Una compañera suya nos acompaña hasta Luthansa para conseguir la tarjeta de embarque, pero justo en ese momento la policía alemana decide hacer una inspección de maletas y acordona toda la zona, impidiéndonos coger el metro que nos lleva a nuestra terminal. Así que corriendo al autobús, que tarda en llegar. Vuelo cerrado. Hemos perdido dos vuelos en una hora.

De vuelta a Iberia y a protestar a Etihad, que se desentiende y dice que mandemos un email.

Total, acabamos con un billete para mañana a medio día con Iberia, y pasando la noche en un Sheraton en el aeropuerto que no se merece ese nombre.

¡¡Qué cuadriculados son los alemanes!!

Y que día tan largo, joder...

Una hora y media de retraso

Saludos desde la sala de espera del Aeropuerto de Abu Dhabi.

Nos comunican que nuestro avión hacia Frankfurt con salida programa a las 14:00 hora local, sufre un retraso de hora y media, por lo que se espera su salida a las 15:30 hora local.

Lamentamos comunicarles que nuestra conexión con el vuelo de la ciudad alemana a Madrid, previsto para las 19:30, está en riesgo, existiendo una alta probabilidad de que debamos pasar la noche en tierras germanas.

Me voy a poner hasta el culo de Weiss Bier para compensar mi pena.

Eso sí, de la maleta me olvido...

sábado, 23 de febrero de 2008

Weather Forecast


I'm just thinking about it...

jueves, 21 de febrero de 2008

El dinero fluye

Se nota que se mueve la pasta. El chiringuito de los relojes ha sufrido varias reformas:

  • Construcción de techado que cubre el mostrador de la mercancía, y que a la vez realiza funciones de almacenaje, cobertura, soporte de género y protección.
  • Colocación de diversos abalorios coloridos, que aportan un ambiente más acogedor y hogareño al lugar.
  • Dispersión de los elementos verticales para ganar espacio, luz y visibilidad.
Los resultados saltan a la vista. Eso sí, el género está perdiendo bastante.... ¿policía?


miércoles, 20 de febrero de 2008

Dennis Noyes

Son sólo las once y cuarto, hora española, en este momento volamos sobre el mar Mediterráneo, entre la Comunidad Valenciana y la Balear, y ya he tenido que pedirle un bolígrafo a Merli para apuntar temas para escribir en este blog. Vale, quizás estoy un poco obsesionado por el tema, pero es que cada minuto es una historia.

Para empezar, y basándome en el principio de acción-reacción, he salido (de casa) y llegado (al aeropuerto) con demasiada antelación, en contra de mi último viaje en el casi me quedo en tierra. Me ha venido a buscar a casa (previa cita telefónica) un "correcto taxista" (hola, adiós y gracias) que conducía un Seat automático (!) y que tenía una extraña manía: ponía el freno de mano cada vez que parábamos en un semáforo. Es cierto que los coches automáticos obligan a tener pisado el freno en los semáforos, pero el freno de mano creo que está para otras cosas... bueno, a lo mejor tenía un esguince de tobillo y se lo prescribió el médico: "Se toma estas pastillas, nada de deporte, y el coche me lo para con el freno de mano".

Qatar Airways nos llevaba esta vez. Buscado por nosotros, los adoro. Desde la atención en facturación es excelente. Cuando ya estábamos desayunando en la Sala Cibeles, llaman a José por megafonía. Le preguntan si le importa cambiarse de sitio en el avión, ya que otros pasajeros quieren viajar juntos... no quiere alejarse de mi, que se busquen a otro. Veinte segundos después, llaman al "otro". Parece que este último accede, porque no siguen nombrando al pasaje por los altavoces del aeropuerto.

Vamos a embarcar, en su hora. Dios mío, quién está ahí. Vale, seguramente soy la única persona del aeropuerto que lo reconoce, pero eso no le resta importancia. Dennis Noyes va a viajar en el mismo avión que yo. Eso significa que hay entrenamientos o carreras en Qatar, o en la zona. El locutor de SBK de Telecinco le acompaña. No me atrevo a hablar con él... pero le tiro una foto, que cojones. Qué decepción, viaja en turista. No quiero trabajar en Telecinco.

(Acabamos de sobrevolar Malta, aunque esto lo publicaré por la noche)

Subimos al avión, Denis a turista, nosotros a Business, claro (;O)). Curioso, dos familias en Business Class. Una española, con dos niños pequeños y otro recién nacido. Probablemente los que andaban preguntando para sentarse juntos. Al final, prácticamente medio pasaje se ha movido voluntariamente para que toda la familia viaje unida (que contentos estarían los de la Conferencia Episcopal de verlo).

Viene otra familia, esta árabe. Situación. Este avión tiene tres grupos de dos asientos por fila, con dos pasillos separando los grupos de dos. José viaja solo en los de la derecha, yo compartía (al principio del vuelo) con el cabeza de la familia árabe, y el grupo de la izquierda lo ocupan la mujer (joven, bastante joven, vestida de paisana) y su hijo, de unos 7 u 8 años. Después de varias conversaciones entre ellos, el padre ha decidido cambiarse de asiento e irse a otra fila, llevándose al niño con él... ¿por qué? Está claro. El niño debe viajar con su padre, que debe de ser el que mejor lo controla. Eso significa que si se sientan juntos, su mujer debería sentarse a mi lado... Es preferible separar a la familia qu permitir que su mujer eté cerc de un occidental... (¡¡¡¡qué contentos estarían los de la Conferencia Episcopal de verlo!!!!).

De nuevo, I love Qatar (Airways)

PD: 12:49, hora española. Las luces apagadas en el avión. Ya hemos comido (a las once y media), la gente duerme. Incluidos los niños (¡¡bien!!)

PD: Saludos desde el aeropuerto de Doha, entre vuelos

sábado, 16 de febrero de 2008

Culo frío

Siguiente viaje, próxima semana. De miércoles a domingo (sí, fin de semana incluido con todo los gastos pagados).

Seguramente eso provoque que a mi vuelta no pise por la oficina en unos días. Los días pendientes del año pasado y el calendario que se nos presenta para los meses que vienen, animan a ir gastando días de vacaciones...

Esta vez vuelve a ser Abu Dhabi, pero se habla de un par de semanas en París a comienzos de marzo...

¿Quién se apunta?

PD: Objetivo de este viaje, tomarme un mojito con el culo bajo el agua.

viernes, 8 de febrero de 2008

La historia se repite

Ha vuelto a pasar. De 7 veces que he ido, 5.

Me he vuelto sin maleta...

jueves, 7 de febrero de 2008

Fotos del viaje

Hoy cogemos el avión de vuelta. Aparte de la foto desde mi habitación del anterior post, os pongo un par de ellas más que definen este viaje.

Nos vemos en Madrid.


Nuestro coche preparado para San Valentín


El verdadero objeto de nuestro viaje

miércoles, 6 de febrero de 2008

I'm the boss

El servicio en este país es excelente (ya lo sé, sueno a rico pijo hablando de la doncella y del ama de llaves). Me refiero a los restaurantes, la gente que limpia las habitaciones y los que te abren la puerta en los hoteles. Son terriblemente serviciales, te saludan a cada paso y son muy discretos y suaves en sus movimientos.

Sobretodo, hay muchos. En cualquier lugar que vayas ves gente trabajando en cantidad, lo mismo que en los parques y jardines, que hay veces que parece que cada árbol y metro cuadrado de césped tiene asignado un cuidador las 24 horas del día. Hoy hemos visto como remataban el corte de la hierba cuando bordeaba una farola, arrancando las últimas hierbas con la mano sentados en el suelo...

Es obvio que la principal causa de esta calidad en el servicio es que es muy barato. Por supuesto no hay ningún árabe realizando estos trabajos. Todos son filipinos, indios, etc... Una vez preguntamos a uno de los que venía a hacer la habitación y nos dijo que cobraba al mes aproximadamente unos 150 euros... Bastante menos de lo que pagamos nosotros por una noche en cualquier habitación de un hotel aquí...

Cada vez que te cruzas con uno de ellos por el pasillo, no sólo te saluda, si no que se vuelca en una serie de frases de cortesía completa preguntándote que tal estás, y qué tal has dormido, o qué día llevas hoy.

El colmo ha sido esta mañana. Me he cruzado, camino del desayuno, con el que debía estar encargado de las pequeñas reparaciones en las habitaciones, y al verme y saludarle, me ha contestado:

"Good morning, boss"

Unos monstruos, vamos.

martes, 5 de febrero de 2008

Espacio óptimo

No he visto otro lugar en el que el espacio esté más optimizado que en un avión. Olvidaros del IKEA y de sus soluciones para pisos de 30 metros.

Desde que subes a un avión, todo está calculado al milímetro, y cada resquicio está aprovechado hasta el límite.

El primer ejemplo es el cuarto de baño... taza, lavabo, todo está apretado en un espacio en el que podrías usar todos los "servicios" del lugar sin moverte del sitio. De los pocos sitios del mundo en los que un hombre puede mear de pie, apoyarse en la pared y agarrársela con las dos manos.

Pero en el sitio en el que más está comprimido el material por centímetro cuadrado es en la zona en la que viajan las azafatas. Cuando subes al avión, se tienen que arrimar a la pared para dejarte pasar mientras te dan la bienvenida al avión. Y momentos después, cuando se ha apagado la luz del cinturón de seguridad ¡cuántas cosas sacan de ahí!

Que si la comida, que si los periódicos, que si la venta en vuelo... es alucinante.

Todo tiene su propio carrito, con su tamaño perfecto para pasar por el pasillo (eso sí, ni se te ocurra intentar ir al baño cuando lo sacan de paseo), y, sin embargo, no queda ni rastro de ello cuando vuelves a pasar por el mismo sitio para bajar del avión.

Magia, amigos, magia.

Casi no llegamos

¡Qué raro comenzó el viaje ayer!

Mis sábanas estaban especialmente pegadizas, y llegué con la lengua fuera a la T4, temiéndome lo peor. El billete era electrónico y por primera vez estaba ya asignado un asiento a mi tarjeta de Iberia Plus. Como no iba a facturar (con las prisas no preparé la prueba que os conté en el anterior post, pero esperad un poco más), me fui a una máquina de autochecking para conseguir la tarjeta de embarque. El corazón en un puño cuando leí en la pantalla de la maquinita:

"Vuelo cerrado"

¿Cómo puede ser? ¿Una hora antes?

Me acerqué aun mostrador de business poniendo cara de "sácame de este marrón" y la chica me dijo que al tener asiento asignado existía la posibilidad de hacerme la tarjeta de embarque a mano. Literalmente, cogió un boli y escribió los datos. Puso un sello y fue suficiente.

La historia continuó, ya que hacíamos escala en Milán, y mi compa (éramos cuatro) casi se queda a comer buena pasta y mejor pizza, porque se había dejado el billete (no electrónico en MAdrid), así que tuvo que comprar otro allí para continuar hasta Abu Dhabi. Le espera el papeleo para anular el anterior y cobrar éste nuevo...

Uno de los bosses que nos acompañaba se atrevió con la prueba, y facturó una maleta con cosas no imprescindibles para intentar cobrar la indemnización del seguro. Pues cuando ya estaba comenzando los trámites para reclamarla en el aeropuerto de destino, apareció la muy jodía por la cinta de las pelotas. ¿Cómo puede ser posible? Es sólo una hora entre vuelos y los muy cabrones no la han perdido esta vez.

Eso demuestra que todas estas cosas no tienen lógica...