miércoles, 5 de noviembre de 2008

Cenando con el perro que fuma

Hoy he vuelto a Versalles. Estamos alojados en un hotel en Velizy, y a la hora de salir a cenar se ha propuesto venir a Versalles. Yo encantado.

Gracias al amigo Tom Tom hemos llegado sin problemas, y después de aparcar en pleno centro, al lado de una de las principales avenidas de esta "pequeña" ciudad, hemos paseado hasta la plaza de Notre Dame,  y allí hemos entrado a cenar en un sitio muy curioso.

Se llamaba el perro que fuma, y en realidad paree un bar clásico, todo de madera por dentro, que ha sido aprovechado como restaurante.

Por lo visto el dueño y fundador del lugar, según reza en el dorso de la carta menú, acostumbraba a dar su pipa a su perro, y éste de vez en cuando pegaba alguna calada. Todo el local está decorao con decenas de cuadros de perros de todas las razas fumando cigarros y puros, lo que le da un aire mezcla de clásico y freaki.

Eso sí, la comida fantástica y mi estudio de la Creme Boulé tiene un nuevo capítulo para cuando lo escriba (son un estudioso de la Creme Boulé, la ensalada caprese y el tiramisú por diferente restaurantes del mundo; algún día lo contaré)

1 comentario:

  1. Sabes, te había leido antes pero no te relacionaba con tus otros blogs.

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