lunes, 9 de agosto de 2010

La crisis griega

Más del 80% de los huéspedes del hotel son locales, griegos. Su lengua siempre me ha hecho mucho gracia. Suena como un castellano con las sílabas desordenadas.

Y eso me hace pensar qué tipo de gente será ésta que viene a este hotel, con la que esta cayendo en el país. La última vez que conseguí ver habitaciones libres en internet para los dos próximos meses una costaba 560 euros la noche y la otra más de 1.200 euros.

Los refrescos en el bar de la playa cuestan 4 euros, y ya os diré lo que valen los restaurantes. De momento nos hemos apañado ayer para cenar con un Gyros Pita clásico y hoy un bocata en la playa.


Lo que más se ven son parejas o matrimonios con niños. Supongo que aquí hay otra clase más alta, esa que veíamos desde el avión navegando de isla a isla en sus barcos privados.

Para que os hagáis una idea, las habitaciones de la planta baja de todos los edificios, además de su terraza privada con sus tumbonas de cojines blancos, tienen.... piscina privada. Exacto, una piscina por habitación. Hay docenas de piscinas privadas, aparte de las cuatro centrales del recinto.

Pero lo más impresionante es una especie de suites que son más bien un chalet privado, que aparte de su piscina, tienen su propia arena de playa en el recinto, con un acceso casi directo a la playa común.

Sí. El país está en crisis. Mañana nos hemos planteado salir a ver la realidad, más allá de la garita de seguridad de este sitio.

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