martes, 27 de octubre de 2009

Los caprichos de los Emiratíes

El otro día, comiendo con una persona que vive aquí, llegamos a un tema bastante recurrente: Las particularidades de mis queridos nuevos ricos que viven en este País.

Aparte de sus gustos horteras y exagerados, nuestro compañero de mesa nos dijo lo siguiente:

" A la gente de aquí les vuelven locos tres cosas:

  1. Los coches." Tienen muchos, y cada uno más grande que el anterior. Tuneados a más no poder. Normal, la gasolina está a unos 30 céntimos el litro.
  2. "Los números de teléfono curiosos". Por lo visto pagan bastante dinero por tener un número del estilo 666333222. Tener un número aleatorio lo consideran algo vulgar.
  3. "Número de matrícula bajos" En concreto aquí, la matrícula está asignada al propietario, es decir, cuando cambia de coche la pasa al nuevo. Cuanto más bajo sea el número de tu matrícula, más importante eres. De hecho se dice que los números primeros son de la familia real.
Sobre este asunto nos contó una anécdota más. La policía o el gobierno, subasta ciertas matrículas y el dinero recaudado lo dedica a causas benéficas o a las familias de los policías. Nos contó que recientemente se había subastado la matrícula de Abu Dhabi con el número 5, y que un loco de aquí había pagado más de 25 millones de Dirhams, atención, más de cinco millones de euros, para ponerla en su cochecito...

No me lo creí mucho, pero aquí tenéis la noticia y de seguido la foto del tío...


domingo, 25 de octubre de 2009

El coche de alquiler

Aunque en este viaje esté con base en Dubai, normalmente viajamos y nos hospedamos en Abu Dhabi, porque allí están todos los sitios a los que tenemos que ir por trabajo. En esta ocasión, la cercanía del Gran Premio de Formula 1 de Abu Dhabi a hecho subir los precios (aquí prácticamente subastan las últimas habitaciones en los hoteles cuando ven que se van a llenar, al mejor postor), e incluso para esta semana que empieza, ya no quedan plazas. Vuelvo antes de lo previsto por la misma razón.



Cuando alquilamos el coche en Abu Dhabi, normalmente nos preguntaban siempre lo mismo "¿Va a ir con el coche a Dubai? Por favor, si va a ir, avíseme" Nunca llegué a preguntarle la razón de esa preocupación, y recordaba que cuando iba a Alemania, a Munich en concreto, me hacían una pregunta similar, o una petición para ser más exactos "No vaya a la Alemania Occidental con este coche, por favor".

Siempre lo atribuí a un tema de seguridad, y aquí me imaginaba que sería un asunto similar o por tema de seguros.


Pues no. Hoy me han explicado que, para cruzar Dubai por la autopista principal que entra desde Abu Dhabi hay que pagar peaje. En realidad es una tasa que se puede pagar anualmente, y que se controla por medio de unos pórticos que hay encima de la carretera y que automáticamente registran las matrículas de los coches que pasan por debajo suyo, y si no ha pagado, multa al canto. Como en el centro de Londres, vaya.

Los coches de alquiler tienen esa tasa pagada, en Dubai, pero si son alquilados en Abu Dhabi no la deben de tener, por lo que les deben de llegar multas a porrillo de occidentales que vienen de juerga los fines de semana a Dubai.

sábado, 24 de octubre de 2009

De Oktoberfest en Dubai

Dentro de la máxima que rige esta ciudad, "Todo lo que sea por el turista, pero que Alá no se entere", ayer presencié uno de los hechos mas representativos de esta cultura de nuevos islamistas ricos amigos de los occidentales, o de su dinero, mejor dicho.


En el hotel en el que estoy alojado, puramente turístico, con un espacio verde repleto de tumbonas inmenso, piscina y playa privada, están organizando cada noche, desde el 22 al 31 de octubre, una fiesta homenaje a la Oktoberfest, la fiesta de la cerveza de Munich.

En un país en el que está prohibido el alcohol con carácter general, por el módico precio de 165 dirhams más bebidas, se puede asistir a una fiesta alemana, con su banda tradicional bávara, y su weissbier, que se paga a parte, por supuesto.

Cada noche oigo el jaleo del personal hasta las doce de la noche cantando y bailando la música alemana como si la conociesen de toda la vida.

Claro, y uno se pregunta en un lugar como éste más que en otro cualquiera, cual es el sentido de la religión y de sus normas morales, más cuando son defendidas por el estado, si son rebajables por un puñado (gordo) de dólares o euros. ¿Eso tiene algún sentido? Poner unas normas para la gente de tu país, y, a los turistas ricos (sólo en hoteles de cinco estrellas) permitirles hacer lo que les de la gana.



Allá ellos, pero creo que acabarán teniendo dos países diferentes, el tradicional, afincado en Abu Dhabi, más conservador, y el turístico y destinado a los desertores de su régimen, en Dubai, que será visto por los primeros como un núcleo de pecado y corrupción, hasta que la cosa reviente, claro.

viernes, 23 de octubre de 2009

Dubai = Benidorm + Marbella


Vale, exagerando un poco, pero es algo así. Veamos las características principales de esta ciudad:
  • Principal y única orientación al turismo. El litoral llamado Jumeirah es una colección de hoteles, restaurantes y paseo marítimo con la única finalidad de atraer a los turistas de sol y playa
  • La arquitectura de esta ciudad se ha convertido en una escalada descontrolada de metros y metros. Cualquier edificio de nuevo construcción de los que aquí se ven supera con creces a el más alto de una ciudad europea. Los barrios parecen bosques de secuoyas.
  • El tráfico. Es infernal, y en los dos últimos días hemos sufrido dos ejemplos claros. El primero, debido a la velocidad y verdaderas locuras de una gran minoría, hubo un accidente con varios coches implicados en el que ninguno de ellos quedó reconocible, y que cortó la autopista de acceso a la ciudad completamente. El segundo, la entrada en Dubai un jueves por la tarde, comienzo de fin de semana, se convirtió en una pesadilla, a pesar de ser una gran avenida de seis u ocho carriles en línea recta. Todo está tan agigantado que casi es imposible diseñarlo para que sea mínimamente práctico. Lo que a veces se llama morir de éxito. Pasa cuando se intenta construir un país entero en 20 años, falta la experiencia.
  • La hipocresía es generalizada. Es un país islámico que tiene unas normas muy estrictas, pero que hace la vista gorda única y exclusivamente por dinero, por el de los turistas más adinerados que se dejan alegremente en los hoteles de cinco estrellas, con acceso a todos los vicios y excesos disponibles en otras grandes localizaciones turísticas del mundo.


    En definitiva, un continuo desfile de coches de lujo, tiendas de joyas y ropa de diseñadores a la sombra de rascacielos imposibles...

    Pero son esos rascacielos los que reflejan el mayor problema de este País: no suelen tener garajes subterráneos, básicamente por que el terreno no da la confianza suficiente para hacer grandes excavaciones... y eso desemboca en muchos de los problemas que tienen.

    No tienen una base firme, no tienen raíces, sólo tienen dinero para gastar. Pero da miedo imaginarse esta ciudad vacía, sin turistas...