lunes, 19 de mayo de 2008
jueves, 1 de mayo de 2008
La primera en Primera
No es un asiento, es un pequeño apartamento. La pantalla es un TFT en condiciones, mayor que el que tengo en el ordenador de la oficina. La mesa es un escritorio que se amplia según las necesidades. La distancia entre los asientos es más del doble de la Business Class, y están equipados con toda una suerte de accesorios. Desde un pequeño armarito para colgar la chaqueta con su percha incluida, un minibar con lo básico, varios compartimentos para guardar cosas y todo tipo de luces individuales.
La comida es excelente, con gran variedad de platos, y en la parte delantera de la cabina hay una especie de salita con un gran sofá para tomarse una copa con alguien y charlar.
Los asientos son enormes, se convierten en cama fácilmente, en incluso tienen la capacidad de de girarse automáticamente para mantener conversaciones con el pasajero que viaja a nuestra espalda, o simplemente echar una partidita de mus.Por último, el típico neceser que te regalan en la Clase Business con colonia, cepillo de dientes y de más artículos de higiene personal, aquí se convierte en una bolsa en condiciones capaz de servir para transportar tranquila mente el ordenador portátil.