jueves, 31 de enero de 2008

¿Prueba?

Viaje de lunes a jueves, próxima semana. Ida por Milán, vuelta por Frankfurt. ¿Destino? El de casi siempre.

Una hora entre vuelos en Milán-Malpensa. Lugar donde acaecieron los hechos pasados que sufrió nuestro boss. Resolución, no se factura. De acuerdo, podremos vivir sin los líquidos prohibidos, los exigiremos en el hotel. No es problema.

Pero ¿es momento de aprovecharnos de la incompetencia de las líneas aéreas?.

Plan: facturar una maleta con cosas no imprescindibles.

Objetivo: conseguir indemnización por retraso y comprarme por la patilla un pantalón, unos zapatos y alguna cosa más que me va haciendo falta.

Si sale bien, os prometo que os dejo mirar ropa en Madrid, modelo, color y talla, y os la traigo de allí a costa del seguro.

PD.: Tentados estamos de poner una cámara web y un micrófono dentro de la maleta para ver qué pasa cuando no está con nosotros...

viernes, 25 de enero de 2008

Pasado reciente: Eslovenia

El pasado verano, durante el mes de agosto, improvisé unas vacaciones en Italia. mis viajes de vacaciones muchas veces están basados en la táctica del amigo gorrón, aquel que en un email o mediante una llamada de teléfono te dice: "¿Qué te parece si te visito dentro de unas semanas?"

Mi anfitriona en la tierra de la pasta fue una antigua compañera de trabajo y gran amiga italiana, de las que te da pena no poder mantener una relación personal más cercana.

A mi llegada, y por lo esperada de la visita y tantas veces pospuesta, ella tenía programados prácticamente los cinco o seis días. Los primeros los pasamos en esa zona de Italia, en los alrededores de Trieste. Aparte de sus grandes dotes culinarias, y las de su madre, disfruté mucho de los paisajes y castillos de la zona.

Dentro de ese maravilloso plan, reservó un par de días para cruzar al otro lado de la frontera, a Eslovenia.

Para mí era toda una experiencia, ya que no contaba con ello antes de plantarme allí, por lo que me pareció genial. Y debo decir que me quedé verdaderamente impresionado por el país.

Es verde, muy verde, realmente precioso, y el tiempo contribuyó mucho a engrandecer su imagen. Visitamos unas cuevas en Postjona con una longitud, profundidad y grandiosidad verdaderamente apabullantes. Vimos el castillo de Predjamski una obra arquitectónica que quita el hipo. Estuve en la capital, en Ljubljana realmente preciosa y con el sabor muy centro europeo que a mi me encanta. También estuvimos en la costa, un pueblo pesquero precioso llamado Pirano, y en otro más turístico llamado Portoroz.


En definitiva, en pocas horas descubrimos un país pequeñito en extensión, pero enorme en atractivo. Sin explotar aún turísticamente, los precios son verdaderamente asequibles para cualquiera y la gente es una mezcla entre los habitantes del este y el culto por la imagen de los italianos.

Me gustaría volver, recorrerlo de arriba abajo.

Tantos sitios que me gustaría volver...

PD: Las fotos están tomadas con el móvil, así que la calidad es la que es.

martes, 22 de enero de 2008

Estamos trabajando en ello...

Poca actividad en este blog, aunque muchos temas pendientes.

Próximamente...

sábado, 12 de enero de 2008

Justo justo

Al llegar ayer a casa me encontré una carta que no reconocí, y estuve tentado de tirarla sin abrirla, ya que era de una empresa de seguros en la que yo personalmente no tengo póliza.

Menos mal que no lo hice.

En la oficina un compañero me ha informado de que se trata de un maravilloso talón de 200 euros por los gastos en ropa que tuvimos en la tercera vez que nos perdieron las maletas. Aleluya, ya era hora.

El procedimiento para conseguir la indemnización fue muy curioso: mandé los papeles que me solicitaban y esperé. Al no tener noticias en semanas llamé y me dijeron: "Justo justo ahora mismo acaban de llegar sus datos al ordenador".

A partir de entonces en unos 20 días tendría el talón en casa. Al volver de vacaciones de navidad, volví a llamar por no tener noticias y me dijeron:" Justo justo acaban de autorizar el pago, así que el talón saldrá hoy".

Y una semana de después ha llegado a mi casa.

Es curioso, pero algo similar me ha pasado con el seguro de la moto. Di parte por un golpe que me dio un despistado y no supe nada de ellos en un par de semanas. Un día llamé y me dijeron: "Justo justo acaban de autorizar el parte y ya me puede decir a qué taller debe ir el perito". Lo hice, y aún estoy esperando a que vaya.

Y la maleta aún no me ha llegado: ¿Qué me dirán si llamo por teléfono?

Por cierto, la maleta del jefe acaba de llegar... a Abu Dhabi

viernes, 11 de enero de 2008

Keep right, please!!

Ya estamos de vuelta, y hemos terminado por todo lo alto.

Para empezar, el boss aún está buscando su maleta, y la última vez que ha preguntado por ella, hoy en el aeropuerto de Abu Dhabi, le han dicho que ya que pasaba por allí, que preguntase en Frankfurt... extraño, ya que la perdieron en Milán.

Nosotros hemos vuelto por Ginebra, con Etihad y después con Iberia. Contado así ya da miedo, pero si encima le añadimos el que sólo teníamos en principio 50 minutos entre ambos vuelos, daba pánico. Para mejorar un poco la situación, el primer vuelo salió con retraso así que la emoción estaba servida a nuestra llegada al aeropuerto suizo...

Y así fue. Antes de viajar del avión ya dijeron nuestros nombres por megafonía, para que nos pusiésemos en contacto con el personal de tierra. En la puerta del avión nos esperaba una mujer con un cartelito con nuestro nombre (¡qué ilusión me ha hecho, siempre había querido que me recibiesen así!) y el de otra pobre española que hacía el mismo recorrido. Nada más juntarnos a los tres, me advirtió que debíamos darnos prisa... ¡¡¡¡corriendo de punta a punta del aeropuerto!!! pero corriendo de verdad, que en algunos momentos perdíamos a la pobre chica con tacones. La azafata nos dirigía por las aceras móviles de los pasillos gritando al resto de pasajeros "Keep right, please!!". La gente se apartaba asustada. Nuestra guía (mejor dicho liebre) también iba con falda y tacones, pero se manejaba muy bien (¿Experiencia?) y el paso por el control de seguridad ha sido de chiste, con el pobre Merli vistiéndose de nuevo mientras corríamos hacia la puerta de embarque... Al final hemos llegado sin aliento y sudando, pero hemos llegado.

Como era de esperar, mi maleta y la de la chica que nos acompañaba no corrieron tanto como nosotros en el aeropuerto de Ginebra, y me aseguran que mañana la traen a casa.

Ya veremos, dijo un ciego.

miércoles, 9 de enero de 2008

Si es que son raros

Vamos a ver. Aquí sólo pueden beber alcohol los visitantes y dentro de los hoteles de cinco estrellas.
Pues resulta que mañana es el nuevo año musulmán, y hoy nos dicen que es "Dry Night". ¡¡Ni una asquerosa cerveza para cenar!!¡¡Si es que prohíben beber en su Nochevieja!!No se integran, no.

martes, 8 de enero de 2008

I love Qatar

Al final vinimos por Doha, Qatar. Y menos mal. El jefe vino por Milán, y sin maleta. Voy a empezar a pensar que el problema está en Europa... Bueno, ya le hemos acompañado de compras hoy y todo solucionado, paga el seguro...

Nosotros volamos con Qatar Airways ambos trayectos, hasta Doha y desde allí a Abu Dhabi. Creo que ha sido el mejor vuelo que he hecho, sobretodo desde que vengo a este país.

Para empezar, el trayecto es más corto. Hacemos primero el vuelo largo (unas 7 horas) y después uno que no llega a una hora. Cuando volamos por Europa empezamos con un trayecto de no menos de dos horas y después el largo de otras 7.

El avión era fantástico, nuevo creo yo. La zona de Business estaba muy bien distribuida, con los asientos individuales pero sin las florituras de colocación e intimidad que hemos visto en otros aparatos... La tv interactiva funcionaba de maravilla (en los aviones de Etihad parece que el ordenador que llevan detrás es un 80286 <--- si has entendido esta gracia eres un viejo, como yo) y la selección de películas, documentales y música era perfecta. Incluso me vi "Tapas" y escuché muchos discos que tengo en mi propia colección. Por supuesto el servicio perfecto y comida para aburrir y muy buena. Lo mejor nos esperaba en el aeropuerto de Doha. Hay una terminal exclusiva para Business y First Class. La sala de primera era alucinante, moderna, amplia, con mucha luz y... algo inesperado.



Sí señores, un jacuzzi. De hecho hay toda una zona de Spa para relajarse entre vuelo y vuelo. Y los lavabos eran increíbles...

Estuvimos muy poquito tiempo, en seguida salió nuestro avión para Emiratos. Pero la sorpresa final estaba por llegar. El autobús que nos llevó al avión era algo fuera de lo común, así que tuve que sacar esta foto...



El viaje hasta Abu Dhabi de maravilla, un poco de prisas para la cena porque no daba mucho tiempo (despegar, elegir, servir, comer, recoger, aterrizar). Lo mejor el asiento, tres culos como el mío cabían, lo que es un verdadero lujo

Forza Qatar!!!

viernes, 4 de enero de 2008

Año nuevo, culo inquieto

Este domingo toca viaje, sí, el domingo. Es más, el lunes es fiesta, por lo menos en Madrid. Algo malo tenía que tener esto ¿no?.

Te acabas acostumbrando a muchas cosas con esto de los viajes. Yo personalmente, he desarrollado una habilidad asombrosa para ponerme a hacer la maleta media hora antes de que venga a recogerme el taxi para ir al aeropuerto (incluso si es a las 7 de la mañana). ¿Autoconfianza? ¿Pasión por el riesgo? No, pereza, mayormente. Es una forma de no pensar mucho en el viaje antes de tiempo, justo hasta que no queda más remedio. El despertador ha sonado, llegas tarde. No suelo olvidarme cosas a menudo. Bueno sí, una vez unos zapatos en un viaje a Suiza. Iba muy mono en las reuniones con el traje y unas botas deportivas negras... Normalmente soy más de olvidarme cosas a la vuelta, libros, calzoncillos tirados en el suelo del cuarto de baño, la pasta de dientes, el bote de champú...

Creo que esta vez tenemos un maravilloso recorrido de ida por Holanda y de vuelta por Qatar. Promete.

Os mantendré informados, seguro que pasan cosas dignas de compartir.

Este viaje prometo más fotos.

GRANDE FORGES

martes, 1 de enero de 2008

Calor en Suiza

Dos de los viajes que más he disfrutado últimamente han sido los últimos a Suiza.

El primero, a Zurich, vino provocado por la asistencia a un curso de varios días en las oficinas de una empresa "rival-pero-compañera" de aquella ciudad. El curso originalmente estaba organizado para los empleados locales, pero invitaron a gente de mi empresa a asistir. Otro compañero mío fue a una convocatoria anterior, y yo fui, solo, en esta segunda oportunidad.

Fue la semana más calurosa allí de todo el año, alcanzando en ocasiones los 35ºC, y el curso terminaba a las cuatro y media de la tarde, así que me propuse disfrutar de la estancia.

Hubo problemas para conseguir una habitación en un hotel céntrico, por lo que acabé en pequeño establecimiento de las afueras, pegadito a las montañas que rodean la ciudad, y bien rodeado de verde por todos sus costados. Afortunadamente el transporte público funciona de maravilla, por lo que no fue un gran inconveniente. Mayor problema supuso la falta de aire acondicionado en la habitación y su sustitución por un precioso, pero inútil, ventilador de 10 euros en el Carrefour.

Dediqué esas tardes calurosas a recorrer el centro de la ciudad, que lamentablemente en estos viajes, sólo se suelen vivir de noche y de camino a un lugar donde cenar. Recorrí la ribera del río por ambos lados, caminé por la calle más comercial en donde se pueden encontrar maravillosas maneras de tirar grandes cantidades de dinero en pequeñas cosas brillantes, y vi cómo los paisanos combaten el calor inesperado... saltando desde el último puente de la ciudad al lago.

Sí, como lo leéis. Uno de los lados del enorme lago que está accesible a la ciudad está ocupado por un enorme parque con un puerto deportivo. El resto, desde el puente hasta donde alcancé a pasear aquel día, está repleto de gente en bañador que aprovecha para refrescarse en el centro de la ciudad.



También disponen de playas artificiales montadas en plataformas sobre el río, para aquellos que quieren un poco más de intimidad y se lo pueden permitir.

Me encantan las ciudades antiguas europeas, los edificios, las calles peatonales, los tranvías...

Una de las cosas que más me sorprendió de esos días fue la música. Estaba por todas partes, y no me refiero a garitos con la música a todo volumen y la puerta abierta, haciendo competencia unos con otros.

Me refiero a música en la calle, músicos de verdad tocando en directo. En particular hubo dos que me dejaron alucinando: un acordeonista tocando como un virtuoso en un soportal debajo de un edificio histórico (el eco que ofrecía el lugar convertía aquello en todo un concierto sinfónico), y un grupo de 4 ó 5 chavales tocando en una pequeña plaza peatonal que disponía de un par de restaurantes con terraza. Cantaba una chica negra con una voz impresionante, y se dedicaron a hacer versiones de blues y soul que tenían a todos los presentes, entre los que me incluyo, hipnotizados. Después de poder disfrutar de cuatro o cinco temas suyos, se despidieron apresuradamente con un "Nos encantaría tocar más, pero la policía está en camino".

Es ese sabor europeo de ciudad acogedora que me encanta.

En el segundo viaje que hacía mención al principio, esta vez con un par de compañeros de trabajo, tuve la fortuna de estar en Berna durante la semana en la que se celebraba un festival de arte en la calle. Música, teatro y todo tipo de actuaciones. Los participantes iban rotando durante el día de un puesto a otro, por lo que podías volverlos a encontrar horas después en tu camino. Entre ellos, puestos de comida y bebida, para invitar a pasar la noche en la calle. Una auténtica maravilla.

Es otra clase de turismo, es otro estilo de ciudad. El peatón tiene prioridad, eso fomenta la conservación de los edificios y el pequeño comercio.

Que mal lo han hecho en mi ciudad natal todas estás décadas...